miércoles, 9 de noviembre de 2011

Hachís

El hachís es una droga psicoactiva derivada del cannabis. Se extrae al desprender de las flores del cannabis los tricomas que la cubren. De aspecto sólido, se hace maleable al calentarlo. Es de color marrón con reflejos rojizos, negros, verdosos y dorados. Se suele fumar en pipa, mezclado con brotes de cannabis y con tabaco.
Los efectos del hachís son semejantes a los de la marihuana, aunque hay que tener en cuenta que el hachís que se compra en el mercado negro suele estar adulterado, así que puede ser nocivo. También hay que tener en cuenta que la marihuana en los países donde se cultiva, se suele secar al sol, lo que hace que el THC (la sustancia psicoactiva principal de la marihuana) se degrade, haciendo que sus efectos sean más calmantes que eufóricos. El hachís se produce principalmente en el valle del Rif (Marruecos), en Afganistán, en el Líbano, en Nepal, Cachemira y en la India.

No hay constancia de que produzca dependencia física, aunque se ha descrito cierto síndrome de abstinencia en usuarios crónicos al interrumpir su consumo, caracterizado por ansiedad, irritabilidad, pérdida o incremento del apetito, alucinaciones, mareos, náuseas, temblores e insomnio. Se cree que su dependencia es, en casos sin adulteración, únicamente psicológica.

En el Código penal se determina que los que ejecuten actos de cultivo, elaboración o tráfico, o de otro modo promuevan, favorezcan o faciliten el consumo ilegal de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, o las posean con aquellos fines, serán castigados con las penas de prisión de tres a nueve años y multa del tanto al triplo del valor de la droga objeto del delito si se tratare de sustancias o productos que causen grave daño a la salud, y de prisión de uno a tres años y multa del tanto al duplo en los demás casos.